En El Ojo estamos publicando acerca de las cuatro batallas que el gobierno de Ucrania está perdiendo mientras usted está leyendo este texto. En esta última entrega, analizaremos cómo el Ejecutivo de Zelensky ha condenado a su país a la ruina financiera.

4. LA GUERRA ECONÓMICA

El aislamiento internacional fue otra baza que Kiev empleó contra Moscú, y para eso dependió exclusivamente de EE.UU. y de sus palmeros en Europa, que eran los únicos que podían aplicar sanciones que tuvieran un efecto mínimo en la economía rusa. Y así fue, porque mínimo fue el efecto que tuvieron.

De hecho, las sanciones contra Rusia han terminado sancionando a Ucrania, puesto que tanto los refugiados como las empresas ucranianas se han visto gravemente perjudicados e impedidos por ellas.

Aparte de una labor excepcional por parte del Banco Central de Rusia –que hasta Occidente quiso apuntarse como mérito propio –, el incumplimiento de las sanciones por parte de los propios sancionadores, con la UE, EE.UU. y Reino Unido a la cabeza, hizo que esta medida de presión fuera, además de amoral, inútil y absurda.

Por otro lado, la corrupción que aquejaba a Ucrania ya desde el inicio de la legislatura de Zelensky y durante la de Poroshenko no se detuvo ni durante la guerra, algo por lo que el 80% de los ucranianos culpa al actual mandatario ucraniano.

Los casos de malversación y sobornos ocasionaron una oleada de despidos y renuncias que sirvieron de poco, porque en los meses siguientes aparecieron más casos, como la emisión de certificados falsos de incapacidad a ucranianos para evitar la movilización militar. Los escándalos de corrupción salpicaron incluso al Ministerio de Defensa de Ucrania mientras su país estaba en medio de un conflicto armado.

Bajo el gobierno de Zelensky, Ucrania se ha arruinado y depende absolutamente de Occidente, lo cual ha conllevado que los ucranianos ya no puedan elegir sus propias leyes y políticas, y que estas vengan dictadas por EE.UU. y Europa, algo que ha reconocido hasta la Rada Suprema.

Y cuando parecía que Ucrania no podía ser menos independiente, el gobierno de Zelensky decidió vender las empresas, recursos y riquezas pertenecientes a su país al mayor fondo buitre del mundo, BlackRock: así, los ucranianos pierden el control de su siderurgia, su minería, su agricultura, su gas, su electricidad, sus ferrocarriles y su infraestructura.

Aunque dicha venta será a cambio de recomponer Ucrania, conviene señalar que BlackRock tiene a muchos exempleados trabajando en la Administración Biden, la misma que presionó al gobierno de Zelensky para que no negociara la paz con Rusia y se enzarzara en una guerra que ha hecho que Ucrania solicite los servicios de un fondo buitre que, antes de febrero de 2022, jamás habría solicitado.

En definitiva, la Casa Blanca ‘ayudará’ a reconstruir el país que ayudó a destruir.